Llegan las Navidades y con ellas todo un séquito de rituales
que debemos repetir todos los años. Comidas, cenas, compras de última hora,
preparativos… Es precisamente por eso, que no debemos caer en la monotonía
anual de hacerlo siempre igual.
Desde Classic Men y La sencillez del Protocolo, esto lo
tenemos muy claro y por eso mismo, pretendemos darte las claves para que estas
Navidades no sean unas cualesquiera, sino que sean: ¡Las Navidades! Aquellas en
las que te recordarán como un buen anfitrión/a o colaborador/a de ellas.
Pasamos, ahora sí, al punto importante de este Post:
VESTIR PARA CENAS DE EMPRESA
Con todos los compromisos que se avecinan, debemos tener
claro cuál es la imagen que queremos proyectar en cada uno de ellos. Y,
sobretodo, actuar con el papel que nos corresponde.
Dentro de estas citas anuales tenemos las, ya clásicas,
cenas de empresa.
¿En qué se diferencian del resto?
Bien, la principal característica distintiva es el grado de
formalidad que tienen dentro de la propia simpatía que adquieren. Es decir, a
pesar de ser cenas con el colectivo profesional siempre buscan la
“desinhibición del personal” o lo que coloquialmente llamamos “Desconectar del
trabajo”.
Antes de profundizar, me gustaría aclárate que los consejos
o tips que voy a facilitarte, sólo debes aplicarlos en comidas o cenas de
Navidad. Más adelante, subiré material relativo a cómo asistir a una cena o
comida de negocios. Dicho esto, podemos continuar.
¿Qué tendremos en cuenta para saber cómo ir vestidos?
Los que ya me conocen, saben de mi un básico, que siempre
predico, y te invito a que practiques: “El elegante es aquel que se adapta al
contexto en el que se encuentra”, ¿Qué quiero decir con esto? Fácil, únicamente
que no por ir siempre de traje serás el más elegante. Para ello, debes analizar
la circunstancia a la que te enfrentas.
Por ello, haremos distinciones de la siguiente forma:
- - Comidas de Navidad.
- - Cenas de Navidad.
- Restaurante al que acudiremos.
- Grado de formalidad.
A partir de aquí, analizaremos esos cuatro aspectos
para concretar nuestro atuendo.
Si empezamos por el Grado de formalidad, es importante
conocer cómo suelen vestir nuestros compañeros de trabajo. Esto nos dará
suficientes pistas para saber si debemos acudir de traje y corbata o si podemos
jugar más con los complementos y las combinaciones de chaqueta-pantalón.
Mi recomendación ante la duda, es tan sencillo como
preguntar. ¡Sí! No tiene más secreto… Los hombres, en general, somos menos
cuidados en estos aspectos que las mujeres. Por eso, al igual que ellas
conversan acerca de cómo asistirán a un determinado evento, nosotros también
debemos hacerlo sin pensar en los antiguos y desfasados “roles de sexos”. De
este modo, será más fácil no dar la nota excediéndote o por el contrario,
quedándote corto.
Restaurante. Este punto, es un determinante de la categoría a
la que te enfrentas. Siempre hay restaurantes y RESTAURANTES… Del mismo modo
que los primeros son más permisivos de asistir con vestimenta más relajada, los
segundos exigen unos mínimos de presencia y comportamiento. Por ello, para los
primeros te recomiendo utilizar combinaciones de chaqueta-pantalón (con o sin
corbata) y si es de tu agrado y tus compañeros te acompañan asistir de traje
con esa misma opción de corbata o no.
Sin embargo, para los segundos siempre traje y corbata como
mínimo preestablecido. A partir de ahí, ya podremos jugar más y marcarnos un Plus con los complementos, que siempre
son opcionales, pero vitales para distinguirte de la mayoría.
Y finalmente, ¿Cena o Comida?
Aunque parezca irrelevante, tiene todo el sentido hacer hincapié en este detalle. Hay prendas de vestir que están hechas para la noche, de hecho, fueron creadas con ese fin.
Aunque parezca irrelevante, tiene todo el sentido hacer hincapié en este detalle. Hay prendas de vestir que están hechas para la noche, de hecho, fueron creadas con ese fin.
Para las comidas que son a plena luz del día, siempre
utilizaremos prendas en tonos más variados en escalas de grises, azules,
marrones… Siendo estos siempre más claros que los que vestiríamos por la noche.
Por otro lado, disminuiremos el uso de prendas con brillos
excesivos en corbatas, pañuelos de bolsillo e incluso en los mismos trajes.
Con respecto a las camisas, es un buen momento para salir de
la rutina y formalidad del día a día en la oficina (con camisas lisas) e
incluir aquellas con algún motivo y combinación de color. Camisas a rayas, de
cuadros muy (discretos y suaves) o simplemente lisas con tonalidades suaves en
azules, rosados y demás.
Puedes utilizar, ahora sí, trajes sin patrón generalmente
lisos con un cierto brillo, camisa blanca o negra (permite irte a los extremos)
pero sin incluir camisas de motivos ni en otro tipo de tonos. Sólo los colores
de la noche que por excelencia tienen tanto éxito.
Como puedes comprobar, esta Navidad, está en tu mano romper
con los esquemas que tus compañeros y tus superiores tienen de ti, y mostrar
toda tu esencia de Gentleman del siglo XXI.
Pero sobretodo, y nunca lo olvides… “Tú y solamente tú, eres el que porta el traje. Que el traje nunca te lleve a ti”
¡Feliz comienzo de Fiestas Navideñas!
No leemos pronto…
Duque de Praga
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