lunes, 14 de diciembre de 2015

¿CAVA O CHAMPAGNE? – PROTOCOLO DE SU CONSUMO


Hace poco dedicamos un artículo completo sobre “Cómo catar un vino”. Hoy dedicamos este nuevo post para hablar acerca de otra de las bebidas que, en estas fechas, adquiere suma relevancia. El Champagne.

El Champagne es un vino espumoso que principalmente solemos tomar en aquellos eventos o momentos más especiales de celebración en particular. Es por eso, por lo que en las Navidades se convierte en un producto altamente demandado.
A continuación, hablaremos sobre distintos puntos que nos darán una visión más que suficiente de esta bebida y, sobretodo como siempre buscamos en Classic Men, marcar la diferencia.

¿Champagne o Cava?

Si comenzamos a meternos en materia, lo mejor es hacerlo siempre por el principio.
Realmente este es un punto importante a la hora de saber a qué nos estamos refiriendo utilizando un término u otro. Actualmente, ambos se utilizan de forma indiscriminada para referirnos a lo mismo. De hecho, incluso se han ido generando falsas creencias considerando que el Champagne es de mayor rango por ser más caro.

Bien, la principal característica distintiva es la denominación de origen. Ciertamente, siempre existirá un elemento diferenciador en el propio proceso de elaboración en función del método utilizado.
El Champagne, recibe su nombre por iniciarse su producción en la región francesa de Champaña a través de un método denominado “Champanoise”. Sin embargo, el Cava tiene su origen en la comarca catalana del Penedés, concretamente en San Sadurní de Noya. El lugar de producción más importante y al que os invito conocer en una escapada rural.
Como podéis ver, ésta es la única distinción que deberemos hacer en función de si es Francés o de cualquier otra comarca Española.

TIPOS DE CAVA

Ahora que ya tenemos claro el concepto, pasamos a los asuntos prácticos.
El Cava es clasificado, principalmente, atendiendo al tipo de uvas con las que ha sido elaborado, su crianza y su cantidad en azúcares.

Atendiendo al tipo de Uva:


Según el tipo de uva recolectada, pudiendo ser blanca (Macabeo, Xarel-lo, Parellada, Malvasía y Chardonnay) o tinta (Garnacha, Monastrell, Pinot Noir y Trepat).



Atendiendo a su Crianza:

El Cava como sabemos parte del vino tradicional, pero éste a su vez sufre una segunda fermentación que es la que lo convierte en Cava. Esta segunda fermentación debe ser al menos nueve meses para que concluya con éxito. Por ello, a partir de aquí se consideran:

-          Cava: Desde los nueve meses.
-          Cava Reserva: Desde los quince meses.
-          Cava Gran Reserva: Desde los treinta meses.


Atendiendo a la cantidad de azúcares:

Éste es un dato relevante que muchos omiten por desconocimiento y tiene repercusión directa en nuestro organismo. La cantidad de azúcares de cualquier producto, al igual que en el Cava, debe ser tomada en consideración, ya no sólo en aquellos casos de patología renal sino en cualquiera que un exceso de azúcares pueda derivar en malestar.

La clasificación previa estaría en tres vertientes: BRUT, SECO y DULCE.

-    BRUT: Dentro de estos, encontramos el BRUT NATURE (sin azúcares); EXTRA BRUT (6g de azúcar por litro) y BRUT (12g por litro).
-       SECO: Diferenciamos dos, el EXTRA SECO (de 12 a 17g por litro) y SECO (de 17 a 32g por litro); SEMISECO (de 30 a 50g por litro).
-       DULCE: Cuando contiene más de 50g por litro.

MARIDAJE

Comentamos al principio, que el cava es una bebida consumida preferentemente en eventos o acontecimientos importantes. Pero omitimos que no deja de ser otro tipo de vino espumoso que tiene muy buena acogida en la gastronomía y, por tanto, como acompañamiento algunos platos.

¿Pero, qué cava acompaña a qué platos?

Bien, al igual que los vinos se acompañan en función de sus propiedades con el cava ocurre exactamente lo mismo. De hecho, una de las principales propiedades que tiene es que es capaz de armonizar los cuatro sabores: salado, dulce, amargo y ácido.

Platos y cavas adecuados:

Puede acompañar a Ensaladas, Quesos, Arroces, Mariscos, Pescados, Carnes y Postres. Siguiendo el siguiente criterio:

-          Salados: Cava SECO, BRUT NATURE y EXTRA BRUT.
-          Ácidos / Amargos: Cava BRUT y EXTRA SECO.
-          Dulces: Cava SEMISECO y DULCE.

LLENAR LA COPA

Como sabemos al ser una bebida espumosa debe servirse cada copa en dos tandas. De tal modo que primero con la copa sujeta por el tallo serviremos una primera cantidad. Una vez que esta se asiente en la copa volveremos a servir una segunda vez hasta la mitad más o menos; de este modo, los aromas tienen el espacio justo para concentrase y suficiente para que las burbujas puedan desarrollarse a lo largo de la copa.

¿Cómo sostener la copa?

Realmente, debemos seguir la misma estrategia que en una copa de vino. La forma más acertada es cogerla por el tallo, ya que de este modo evitamos calentar el cava (o el vino) y además, eliminamos el detalle de dejar las huellas marcadas en el balón de la copa.

BRINDIS

Es un buen momento, para terminar, que hablemos de cómo realizar un buen brindis.
En las ocasiones más especiales de eventos o ceremonias, es de muy buen gusto y cortesía dedicar un brindis a los protagonistas del acto, incluso si somos los anfitriones para agradecer la compañía y participación de todos los asistentes.

Por ello, vamos a repasar cuales deberían ser las consideraciones a tener en cuenta para ser correctos y elegantes:

1)    Incorpórate pidiendo permiso a los asistentes de la mesa.
2)    Llama la atención de los invitados con un reclamo verbal que sea cortés y tratando de no subir mucho la intensidad de la voz. Aunque sea un clásico golpear la copa con la cucharilla de los postres, no es precisamente lo más adecuado. Pero en algunas situaciones más distendidas, puede interpretarse como un “acto simpático”.
3)    Dirígete a todos los asistentes haciendo un barrido de imagen en toda la mesa o mesas.
4)    Prepárate el discurso previamente. Ir de improviso puede salir bien o puede salir muy mal. Ir con un discurso preparado puede salir muy bien o regular.
5)    Muéstrate seguro de tus palabras.
6)    Haz de tu discurso algo personal. Incluye emociones o sentimientos.
7)    No te extiendas demasiado.
8)    Concluye con un buen cierre. Siempre acompáñalo del gesto definitivo que dota de sentido al brindis. Alza tu copa e invita a que todos te acompañen en el gesto.

Y nuevamente queridos/as Ladies & Gentlemen, llegamos al final de este post. Espero que podáis poner en práctica todos estos detalles que harán de vuestras comidas y cenas Navideñas todo un ritual especial para compartir con los que de verdad adquieren relevancia en vuestras mesas. Los invitados.
¡Brindo por ustedes!


Duque de Praga

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