Hace poco dedicamos un artículo completo sobre “Cómo catar
un vino”. Hoy dedicamos este nuevo post para hablar acerca de otra de las
bebidas que, en estas fechas, adquiere suma relevancia. El Champagne.
El Champagne es un vino espumoso que principalmente solemos
tomar en aquellos eventos o momentos más especiales de celebración en
particular. Es por eso, por lo que en las Navidades se convierte en un producto
altamente demandado.
A continuación, hablaremos sobre distintos puntos que nos
darán una visión más que suficiente de esta bebida y, sobretodo como siempre
buscamos en Classic Men, marcar la diferencia.
¿Champagne o Cava?
Si comenzamos a meternos en materia, lo mejor es hacerlo
siempre por el principio.
Realmente este es un punto importante a la hora de saber a qué
nos estamos refiriendo utilizando un término u otro. Actualmente, ambos se
utilizan de forma indiscriminada para referirnos a lo mismo. De hecho, incluso
se han ido generando falsas creencias considerando que el Champagne es de mayor
rango por ser más caro.
Bien, la principal característica distintiva es la
denominación de origen. Ciertamente, siempre existirá un elemento diferenciador
en el propio proceso de elaboración en función del método utilizado.
El Champagne, recibe su nombre por iniciarse su producción
en la región francesa de Champaña a través de un método denominado
“Champanoise”. Sin embargo, el Cava tiene su origen en la comarca catalana del
Penedés, concretamente en San Sadurní de Noya. El lugar de producción más
importante y al que os invito conocer en una escapada rural.
Como podéis ver, ésta es la única distinción que deberemos
hacer en función de si es Francés o de cualquier otra comarca Española.
TIPOS DE CAVA
Ahora que ya tenemos claro el concepto, pasamos a los
asuntos prácticos.
El Cava es clasificado, principalmente, atendiendo al tipo
de uvas con las que ha sido elaborado, su crianza y su cantidad en azúcares.
Atendiendo al tipo de
Uva:
Según el tipo de uva recolectada, pudiendo ser blanca
(Macabeo, Xarel-lo, Parellada, Malvasía y Chardonnay) o tinta (Garnacha,
Monastrell, Pinot Noir y Trepat).
Atendiendo a su
Crianza:
El Cava como sabemos parte del vino tradicional, pero éste a
su vez sufre una segunda fermentación que es la que lo convierte en Cava. Esta
segunda fermentación debe ser al menos nueve meses para que concluya con éxito.
Por ello, a partir de aquí se consideran:
-
Cava: Desde los nueve meses.
-
Cava Reserva: Desde los quince meses.
-
Cava Gran Reserva: Desde los treinta meses.
Atendiendo a la
cantidad de azúcares:
Éste es un dato relevante que muchos omiten por
desconocimiento y tiene repercusión directa en nuestro organismo. La cantidad
de azúcares de cualquier producto, al igual que en el Cava, debe ser tomada en
consideración, ya no sólo en aquellos casos de patología renal sino en
cualquiera que un exceso de azúcares pueda derivar en malestar.
La clasificación previa estaría en tres vertientes: BRUT,
SECO y DULCE.
- BRUT:
Dentro de estos, encontramos el BRUT NATURE (sin azúcares); EXTRA BRUT (6g de
azúcar por litro) y BRUT (12g por litro).
- SECO:
Diferenciamos dos, el EXTRA SECO (de 12 a 17g por litro) y SECO (de 17 a 32g
por litro); SEMISECO (de 30 a 50g por litro).
- DULCE:
Cuando contiene más de 50g por litro.
MARIDAJE
Comentamos al principio, que el cava es una bebida consumida
preferentemente en eventos o acontecimientos importantes. Pero omitimos que no
deja de ser otro tipo de vino espumoso que tiene muy buena acogida en la
gastronomía y, por tanto, como acompañamiento algunos platos.
¿Pero, qué cava acompaña a qué platos?
Bien, al igual que los vinos se acompañan en función de sus
propiedades con el cava ocurre exactamente lo mismo. De hecho, una de las
principales propiedades que tiene es que es capaz de armonizar los cuatro
sabores: salado, dulce, amargo y ácido.
Platos y cavas
adecuados:
Puede acompañar a Ensaladas, Quesos, Arroces, Mariscos,
Pescados, Carnes y Postres. Siguiendo el siguiente criterio:
-
Salados: Cava SECO, BRUT NATURE y EXTRA BRUT.
-
Ácidos / Amargos: Cava BRUT y EXTRA SECO.
-
Dulces: Cava SEMISECO y DULCE.
LLENAR LA COPA
Como sabemos al ser una bebida espumosa debe servirse cada
copa en dos tandas. De tal modo que primero con la copa sujeta por el tallo
serviremos una primera cantidad. Una vez que esta se asiente en la copa
volveremos a servir una segunda vez hasta la mitad más o menos; de este modo,
los aromas tienen el espacio justo para concentrase y suficiente para que las
burbujas puedan desarrollarse a lo largo de la copa.
¿Cómo sostener la copa?
Realmente, debemos seguir la misma estrategia que en una
copa de vino. La forma más acertada es cogerla por el tallo, ya que de este
modo evitamos calentar el cava (o el vino) y además, eliminamos el detalle de
dejar las huellas marcadas en el balón de la copa.
BRINDIS
Es un buen momento, para terminar, que hablemos de cómo realizar un buen
brindis.
En las ocasiones más especiales de eventos o ceremonias, es de muy buen
gusto y cortesía dedicar un brindis a los protagonistas del acto, incluso si
somos los anfitriones para agradecer la compañía y participación de todos los
asistentes.
Por ello, vamos a repasar cuales deberían ser las consideraciones a tener
en cuenta para ser correctos y elegantes:
1) Incorpórate pidiendo
permiso a los asistentes de la mesa.
2) Llama la atención de
los invitados con un reclamo verbal que sea cortés y tratando de no subir mucho
la intensidad de la voz. Aunque sea un clásico golpear la copa con la
cucharilla de los postres, no es precisamente lo más adecuado. Pero en algunas
situaciones más distendidas, puede interpretarse como un “acto simpático”.
3) Dirígete a todos los
asistentes haciendo un barrido de imagen en toda la mesa o mesas.
4) Prepárate el discurso
previamente. Ir de improviso puede salir bien o puede salir muy mal. Ir con un
discurso preparado puede salir muy bien o regular.
5) Muéstrate seguro de
tus palabras.
6) Haz de tu discurso
algo personal. Incluye emociones o sentimientos.
7) No te extiendas
demasiado.
8)
Concluye con un buen cierre. Siempre acompáñalo del gesto definitivo que
dota de sentido al brindis. Alza tu copa e invita a que todos te acompañen en
el gesto.
Y nuevamente queridos/as Ladies & Gentlemen,
llegamos al final de este post. Espero que podáis poner en práctica todos estos
detalles que harán de vuestras comidas y cenas Navideñas todo un ritual
especial para compartir con los que de verdad adquieren relevancia en vuestras
mesas. Los invitados.
¡Brindo por ustedes!
Duque de Praga